Bodegas Senorio de Nava, S.A.

A principios de los años ochenta, el gran potencial de la entonces desconocida Ribera del Duero no pasó desapercibida a un grupo bodeguero de origen leonés que decidió apostar por ella. Así en 1986 se funda Bodegas Señorío de Nava en Nava de Roa (Burgos). Situada en el centro del pueblo, a la orilla de la carrera que une Aranda de Duero con Peñafiel, las antiguas instalaciones de la cooperativa de San Antolín son completamente rehabilitadas y ampliadas. Se dota a la bodega de los últimos avances tecnológicos en materia enológica, con depósitos isotermos controlados individualmente para una capacidad de elaboración de más de un millón de litros, control de temperatura y humedad de todos los ambientes, línea de embotellado de última generación, teniendo siempre como máxima el mimo y cuidado hacia el producto que se elabora, pero sin perder la esencia del método de elaboración tradicional. Por eso la modernidad de las naves externas se funde con la tradición de las bodegas subterráneas. La nave de crianza, con más de 5.000 barricas se oculta bajo tierra para mantener una temperatura ideal para la crianza de 15-16ºC. Con el afán de mejorar, se apostó por el roble francés como elemento diferenciador en la calidad de sus vinos y está claro que marcó una tendencia que muchas otras bodegas de la D.O. Ribera del Duero han seguido. Para la sede social de la bodega, se construyó un sobrio pero elegante edificio, cuya fachada tiene reminiscencias de un clásico Château bordelés, un lugar ideal para disfrutar y adentrarse en la cultura vitivinícola. Mientras se iban realizando las obras de reestructuración y acondicionamiento de la bodega, el equipo técnico estaba inmerso en el estudio y búsqueda del emplazamiento ideal para realizar la plantación del viñedo.